(Lima).- El director de Postgrado del Colegio Universitario de Estudios Financieros (España) visitó la Universidad de Piura para dictar clases sobre ética empresarial y crisis financiera internacional.
Por Julio Talledo. 09 septiembre, 2011.(Lima).- La dinámica del propio mercado así como la regulación gubernamental han sido siempre dos ejes importantes en el accionar de toda empresa. Sin embargo, según el profesor Luis Díaz Marcos, director de Postgrado del Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) de España, en las últimas décadas, los planteamientos generados a partir del concepto de ética empresarial han captado la atención en el mundo de los negocios, al punto que, en la actualidad, son muchas las empresas que cuentan con esquemas auto regulatorios.
Díaz Marcos, quien visitó la sede de Lima de la Universidad de Piura para dictar clases sobre ética empresarial y crisis financiera internacional, señaló que los empresarios se han dado cuenta que ni el mercado ni el gobierno son suficientes para garantizar el buen desempeño empresarial.
“Es importante que las compañías incorporen códigos auto regulatorios porque, en muchas ocasiones, lo que genera un mal desempeño empresarial no son decisiones técnicas, sino la relacionadas con valores y ética. Entonces, la ética empresarial no es una moda sino un paradigma de comportamiento de las compañías, como consecuencia de la globalización”, señaló el especialista.
Díaz Marcos destacó que la autorregulación empresarial garantiza que una compañía se comporte dentro de un estándar de comportamiento diferente y se promueva la supervivencia de las compañías a largo plazo: “No hay que olvidar que las empresas perciben objetivos a la par: sobrevivir y ganar dinero. La ética como dimensión del comportamiento empresarial es un factor que ayuda a conseguir este objetivo, por lo tanto es una práctica que ha venido para quedarse y que perdurará en el tiempo”.
Aterrizando el concepto
El docente español refirió que una forma de poner en práctica la autorregulación es adoptando códigos de valores internos dentro de las empresas: “Por ejemplo, que una empresa decida que en todos los países en donde desarrolla operaciones se respete un mismo pacto de respeto a los derechos humanos y que, por lo tanto, se tengan en cuenta temas como la política laboral”.
Díaz Marcos agregó que existen en la actualidad compañías que, gracias a esa autorregulación, imponen en su cadena de abastecimiento, una serie de prácticas que los proveedores internacionales deben cumplir: “Por ejemplo, no trabajan con proveedores internacionales, que quizá sean muy competitivos en coste, pero que emplean en su mano de obra a niños”.
El especialista remarcó que los comportamientos éticos están por encima del sector en el que se desempeña la compañía, así como de su tamaño. “Es más, esta práctica favorece el crecimiento de la reputación de la compañía, lo cual es lo más valioso que tiene”, puntualizó.